Tal día como hoy...



Enlace a la entrada original:

Comentarios

  1. Así está nuestro estado de bienestar, hecho un de-sastre.
    Me gusta que recuperes entradas antiguas, así las volvemos a recordar. Las fotos no se pueden perder!!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Cada día peor el estado de bienestar, y tu lo reflejas muy bien en tu foto.

    ResponderEliminar
  3. El estado del bienestar por los suelos, semienterrado y en situación de abandono. Una crítica social muy oportuna en este momento de privatizaciones y de crisis del sistema.
    Un abrazo, Enrique.

    ResponderEliminar
  4. Ya hace tiempo que nuestros estado del bienestar anda por los suelos y además por los peores suelos. Una autentica basura. Buen trabajo de hace tiempo que mantiene a la perfección su actualidad. Abrazo

    ResponderEliminar
  5. Que bien lo has representado Enrique !!!
    Como queda reflejado en tu rescatado post ...ésto no viene de un día ...hace tiempo que está por los suelos

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Así lo tenemos la mayor parte de los ciudadanos, a excepción de las clases privilegiadas.

    Besos

    ResponderEliminar
  7. El estado del bienestar por los suelos, semienterrado y en situación de abandono. Una crítica social muy oportuna en este momento de privatizaciones y de crisis del sistema.
    Gclub

    ResponderEliminar
  8. Ni siquiera en la basura, simplemente abandonado en el suelo... Así está...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. El estado del bienestar tiene un triste precio que acabamos pagando. Bien vista. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. La foto, estupenda y sobre la cosa esa
    del bienestar.., ¡muy bien gracias!,
    cada día es mejor.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  11. Buen simil para hacer el diagnóstico del estado del bienestar pero, al fin y al cabo, esa es la consecuencia lógica cuando una sociedad se acostumbra a que el papá Estado subvencione a todas sus necesidades y, además, llega a creerse que esa es su obligación. Se van añadiendo terneros a la ubre de la vaca hasta que, al final, la ubre se seca y ya no hay leche para nadie; consecuencia, muere la vaca y mueren los terneros que no han aprendido que en el campo hay hierba que, aunque resulte un poco más molesto, también puede servir de alimento.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario